Yo era socia

Ser socia del Cromy Club era genial. Recuerdo que me enviaban a mi casa los álbumes de figuritas. Era simplemente genial, creo que lo más de lo más era recibir una carta a mi nombre a mis escasos 8 o 10 años. Junté muchas figus en mi vida, tuve el álbum de Jem, de Frutillitas, de los Ositos Cariñosos, pero guardo en mi memoria dos en especial. De estos me acuerdo las páginas y todo. El primero: Rainbow Brite. Yo quería SER ella, usar sus polainas, su pollerita (hubiera quedado excelente en mi físico generoso). Lo mejor era la página doble para vestir a los personajes. El segundo: Los Popples. Se metían en una bolsita que formaba parte de su cuerpo, algo así como un canguro autosuficiente. En fin, no se por qué tengo esta onda nostálgica ultimamente pero me divierte bastante, sobre todo porque encuentro imágenes en internet que me sacan instantáneamente una sonrisa.
PD: no recuerdo el exclusivo y divertido Boletín del Cromy Club.

diosa vintage

Mi Amiga Mariela

Nos conocimos a los 6, probablemente mientras formábamos fila por primera vez en el patio del colegio. Rápidamente nos dimos cuenta de que vivíamos a dos cuadras. De ahí en más vivimos una en la casa de la otra, nos prestamos nuestras camas, nuestras familias, nuestra ropa, nuestra cotidianeidad. Inventamos juegos, caminamos cantando abrazadas por la calle, nos creímos grandes, nos declaramos amor incondicional. Nos convertimos en hijas sustitutas de la madre de la otra a la hora de volver de bailes y cumpleaños o pasar fines de semana o vacaciones juntas. Descubrimos juntas infinidad de cosas y cuestiones. Su casa fue una parada obligada casi diaria durante mis retornos después de jornadas de estudio o trabajo. Con ella aprendí a divertirme con poco, a hacer mate cocido sin saquito y pochoclo con almíbar. Se casó con una persona hecha para ella. El y yo aprendimos a querernos y ahora lo considero un gran amigo. Ella es mi ejemplo de perseverancia, esfuerzo y responsabilidad. Una de las personas en quien más confío en este mundo. Uno de los seres más transparentes y buenos que conocí. Alguien que la distancia no me va a quitar de ninguna manera. Y ahora tiene un hijo creciendo en su panza. Y yo no puedo parar de sonreír.

Yo soy el arbolito Serafín

Esta poesía la habré leído un millón de veces durante mi infancia. El otro día me di cuenta de que hacía un rato largo la estaba recitando en mi cabeza...todavía me acuerdo el dibujo del arbolito tocando el violín.
Dice así:

Yo soy
el arbolito
Serafín.
Un arbolito
alegre
y vagabundo,
que anda
por el bosque
y por el mundo
tocando
su violín.

Mil hojitas
y yo,

vivimos

en el Bosque
Sonriente.
Un bosque...
donde todo
es diferente.

María Hortensia Lacau

Autora de variada y extensa producción literaria y didáctica, nació el 30 de octubre de 1910 y falleció en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, el 12 de enero de 2006. En sus largos casi 96 años fue Maestra Normal Nacional, Profesora de Enseñanza Secundaria en Castellano y Literatura y, entre otras muchas otras actividades, Directora de la Escuela Normal Nº 4 "Estanislao S. Zeballos".

não se preocupe mais

Confieso...

...que llamar al service del lavarropas, plomero, electricista, gasista y otros es una de las cosas que más malestar me genera y ante la cual me resisto mentalmente hasta que no da para más.

caralibro

La aparición del Facebook generó emociones encontradas entre la gente. Por un lado están los fanáticos que no paran de comentar su estado cada minuto que pasa. Los que cambian su foto de perfil sin cesar, los que hacen cada test y juegan a lo que venga, los que te mandan regalos o sugerencias o cosas que no puedo ni me interesa definir. También hay un grupo de personas que utiliza Facebook como medio de comunicación y encuentro con gente que había perdido de vista. Otro tipo de usuario de Facebook se caracteriza por renegar de su existencia y hacer comentarios negativos respecto de los que tienen una actitud más activa con la cuestión. Por ejemplo, escuché que "Facebook es para histeriquear" o que "todos dicen que sirve para encontrarse con los de la primaria pero para mi es una mierda". También están los que se borraron de Facebook después de un ataque de paranoia y, por último, los orgullosos de no tener cuenta en Facebook que a veces pispean cuentas de algún allegado para "ver quién apareció en Facebook". Toda esta perorata viene a que estoy po-dri-da de lo que se genera en torno a Facebook. Basta de que Facebook sea un tema de conversación. Incluso me pudrí de escribir este post que, valga la redundancia, habla de Facebook. A esta altura odio Facebook.

2x4

Hace 4 años descubrí lo más lindo del mundo.
Felíz aniversario.
Te amo.

lloré

Gracias a M por insistirme para que mire esta peli. No entiendo por qué tardé tanto en hacerlo. No lloré por sensible y maricona...fue solo esta película. Hace mucho que no lloraba con una peli, en general no me hacen llorar. Esta me hizo llorar con muchas ganas.
El amor...el amor...extraño a mi amor.

Amiga querida...

...qué bueno tenerte más cerca este año. Aguante piedritas.

una buena

Solía amar el frío y la lluvia

Ahora me hace pensar en la cada vez más numerosa gente que no tiene techo, paredes, abrigo y comida.

vil metal

¿Por qué en la caja de importantes y muy concurridas cadenas de supermercados hay un cartel que dice que las diferencias menores de 5 centavos son a favor del consumidor y la cajera redondea $12.87 a $12.90 y me ofrece donar un "centavo solidario"? En primer lugar, el tema redondeo: no pienso en mis 3 centavos sino en los 3 centavos que se quedan de cada persona que no reclama a lo largo del día. Supongamos que se dan 100 casos por día, estamos en $3 y si contamos los 30 días del mes llegamos a $90 que en un año se convierten en $1080, casi el sueldo que cobra la cajera por mes. Y si contamos la cantidad de sucursales que tiene la cadena de supermercados, creo que todos nosotros llegamos a pagar el sueldo de más de una cajera durante un año. En cuanto a los 10 centavos "solidarios". Señores, no quiero ser solidaria en nombre de su cadena de supermercados (para mayor información remitirse a los dichos de la Señorita M). Lo más jodido del caso es que cuando hoy, después de innumerables ocasiones, decidí hacer "justicia" y reclamar el redondeo de una forma realmente amable y cuidadosa la cajera se molestó al punto de cerrar la caja violentamente, casi tirarme el vuelto y retirarse con cara de hartazgo. No se si me fui de mambo o si la cajera estaba podrida de su laburo y le colmé la paciencia pero me sentí bastante mal.

Tomo II

Hoy empezamos a contar algo nuevo. Te fuiste, nos despedimos mucho. Nos abrazamos todo. Nos dijimos tanto. Y acá estoy, en "la sede central", como nos gusta llamarla. Con un nudo en la garganta y esperando ver qué pasa mañana. Y pasado. Y después. La tecnología juega a nuestro favor, me dejó acompañarte un rato mientras cenabas. Pero todavía no se inventó una forma de tocarse y olerse vía internet. Y me va a faltar tu olor y tu cuerpito. Y tus besos y abrazos. Y tu carita en la almohada y las noches eternas. Igual estoy contenta, esto huele bien.
Mañana será otra vida.
No me aguanto hasta mañana.

el imbatible

A raíz de algunos sucesos y teniendo en cuenta experiencias anteriores llegué a la siguiente conclusión: al karaoke no hay con qué darle. Su presencia asegura el éxito y la duración hasta altas horas de la madrugada de cualquier fiesta.

hay necesidad?

Parezco monotemática, pero es pura coincidencia. Hace unos días descubrí esta golosina con forma de chupete que se llama nada más ni nada menos que Pete. No da.

cuesta

saber que se quiere, saber que se acepta
negar lo no propio, buscar una esencia
decir en voz alta, en forma directa
que esto se quiere y aquello se deja
creer en sentidos que dan coherencia
salirse del molde, de cosas impuestas
ponderar lo nuestro, la forma distinta
seguir caminando, soltarse la mano
oír manifiestos que invaden y frenan
encontrarse extraño en expectativas ajenas
hacerse a un lado sin sentir pena
es simple tu amor, tu respeto, tu fuerza
simple lo nuestro, una sola vida, un camino largo
un olor a nuevo, un abrazo pleno
una misma meta

la pajita

Resulta que en un momento todos se pusieron de acuerdo y decidieron que la palabra pajita es inaceptable, ahora hay que decir sorbete. Quién sabe, será cuestión de buen gusto, sonará muy obsceno pedirle una pajita al señor kioskero. El tema es que a mi me incomoda más decir sorbete que decir pajita. Porque sorbete es obvio que lo estoy diciendo para no decir pajita, entonces todos los oyentes hacen la asociación mental instantánea sorbete = pajita. Y al final todos pensamos en pajita aún más que antes. Espero que por lo menos sirva de estímulo para que la gente se entretenga más en sus ratos de soledad. Mientras tanto, yo voy a seguir diciendo pajita "a troche y moche", como diría S.