domingo, 28 de diciembre de 2008

cuestión de tiempo

Miro el reloj, son las 15:09. No puedo dejar de pensar: "en realidad son las 14:09". Evidentemente no digerí el cambio de hora (además necesito una excusa para dilatar un rato el ocio). Ni hablar de lo extraño que me resulta que en el noticiero pongan la hora Es y la hora Oe. Quiero que llegue el momento de atrasar el reloj y recuperar mi horita preciada. No dejo de reconocer que el tema del ahorro de energía es importante, pero tengo la sensación de que con el cambio de hora la gente cena más tarde, se duerme más tarde y vive más tarde. No se puede cenar de día, ni siquiera uno tiene ganas de pensar en cenar cuando es de día.

sábado, 27 de diciembre de 2008

siga el baile

Hoy cumple la rubia, ayer festejamos como locas, literalmente. Las reuniones son cada vez más agradables, armónicas, jugosas, divertidas. Cada vez me cierra más estar con ellas. Cada una tiene algo que la hace ocupar un lugar protagónico en algún punto. Si falta alguien definitivamente se nota. No paramos un minuto, siempre hay algo que decir, algo que acotar, algo que aconsejar, hasta que el cansancio nos gana. Me hacen reír mucho. Me hacen bien. Parece a propósito. No quiero que se terminen.

jueves, 25 de diciembre de 2008

¿Es mi sensación o esta Navidad fue muy tranquila en comparación con años anteriores? Por lo menos desde Villa Urquiza se percibió de esa manera.

lunes, 22 de diciembre de 2008

autoengaño

Hoy tuve una conversación sobre las cosas que uno va dejando de hacer a fin de año para retomar en febrero-marzo. Surgieron tres: el psicólogo, la visita al peluquero y el gimnasio. El psicólogo lo vengo posponiendo hace rato, el gimnasio ni hablar y al peluquero no lo visito, prefiero autocortarme. Debo confesar que mi sensación inmediata al darme cuenta de que no hacía nada de eso fue de alivio. Muy imbécilmente pensé más o menos lo siguiente: Ajá! yo no abandono nada! Inmediatamente me surgió: Ajá! tampoco hago nada de eso! Debería empezar a hacer esas cosas en febrero-marzo. Lo bueno del fin de año es que uno confía en que el año próximo traerá una cuota extra de voluntad. Autoengaño que le dicen.

sábado, 20 de diciembre de 2008

división

Existen infinitas expresiones del tipo "el mundo se divide entre los que hacen equis cosa y los que no la hacen". Pues bien, una división de este tipo sería: "el mundo se divide entre gente que desayuna con mate y gente que desayuna con infusión o lo que tenga a mano". Yo entraría en la segunda muchedumbre. Y me pinta la siguiente reflexión (compartida con al menos una persona que sabrá que hablo de ella al leer esto): a la mañana no da tomar mate porque es un proceso que consume mucho tiempo. En cambio, un café con leche te lo hacés en un minuto treinta en el microondas. ¿Capisce?. Ahora, habría que ampliar este concepto, queda claro que los que toman mate a la mañana tienen la capacidad para levantarse con el tiempo suficiente o tienen el tiempo suficiente como para no escatimar al respecto. Yo en cambio soy del tipo que se levanta con el tiempo justo para una ducha y un desayuno de dorapa y sale corriendo esperando que no se vaya el colectivo sin mi. Pero ahí entraríamos en una segunda expresión del tipo "el mundo se divide entre los mañaneros y los que nacieron para dormir toda la mañana", o "el mundo se divide entre los que no tienen horarios que cumplir y los que siempre corren contra el reloj". Y así sucesivamente.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Guía Me

El otro día mientras miraba tele descubrí que siempre me gustaron las visitas guiadas y todo lo que se relacione con ellas. La última que hice fue en Merlo, San Luis. Era una estancia donde cultivaban plantas aromáticas tipo lavanda. No fue la más entretenida para ser honesta. Además descubrí que no tienen que ser visitas guiadas muy instructivas, solo tiene que tener un guía que explique dónde estamos, para qué sirve cada cosa, quién vivió en ese lugar antes, etcétera. Por ejemplo, el juego que más me gustaba del Italpark (creo que estaba ahí) era un barco que tenía leyes de gravedad un poco extrañas y las cosas se caían para el costado. Una guía explicaba en cada lugar qué pasaba con el agua, cómo se hacía para tomar del chorro que iba para un costado, etc. También me gusta cuando en el avión te dicen cómo ponerte el oxígeno, el salvavidas, el cinturón. Y cuando en algún negocio del barrio encuentro esas guías de todos los comercios de la zona clasificados por rubro. Me siento un poco rarita por esto, lo confieso. A propósito, también hace poco descubrí que la "Guía T" se llama así porque significa "guiate". Luego me di cuenta de que la mayoría de la gente conocía este significado. Me sentí un poco boluda por eso, también confieso.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Cumplir años este año estuvo bueno.