lunes, 22 de diciembre de 2008
autoengaño
Hoy tuve una conversación sobre las cosas que uno va dejando de hacer a fin de año para retomar en febrero-marzo. Surgieron tres: el psicólogo, la visita al peluquero y el gimnasio. El psicólogo lo vengo posponiendo hace rato, el gimnasio ni hablar y al peluquero no lo visito, prefiero autocortarme. Debo confesar que mi sensación inmediata al darme cuenta de que no hacía nada de eso fue de alivio. Muy imbécilmente pensé más o menos lo siguiente: Ajá! yo no abandono nada! Inmediatamente me surgió: Ajá! tampoco hago nada de eso! Debería empezar a hacer esas cosas en febrero-marzo. Lo bueno del fin de año es que uno confía en que el año próximo traerá una cuota extra de voluntad. Autoengaño que le dicen.
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