lunes, 6 de diciembre de 2010
verbalizarlo
Salí del baño. Me encerré en la cocina. Lo llamé. Me cortó sin siquiera un hola. Estaba en clase. “Estoy en clase”, me mensajeó. “Salí y atendeme”, le respondí. Vuelvo a marcar. Vuelve a cortar. “¿Pasó algo?”, contesta. Vuelvo a llamar. Atiende. La noticia. La primera vez que me escuchaba decir eso. “Estoy embarazada”, le dije con voz de no poder creerlo. “¿Enserio?”, respondió feliz. Me imaginé su carita. Juro que la tengo grabada en la retina, aunque estábamos a centenas de kilómetros. No lo podíamos creer. Era tan remota la posibilidad. Pero era. Estaba embarazada. Fui a decírselo a mi mamá. “Yo ya sabía sin esto” me contestó señalando el test positivo. Instinto materno. Ella estaba segura. Yo no lo creo todavía.
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