miércoles, 1 de diciembre de 2010
Agosto: Buscamos
Siempre supe que quería ser mamá. Instinto a pleno. Cuando te conocí también supe que ibas a ser un papá hermoso. No lo dudé ni un minuto. Decidimos que íbamos a buscar ese bebé. Pero no era el momento. Quedaban pendientes. La carrera y, aún más importante, los 698 kilómetros de distancia entre nosotros. Había que esperar. Se me hizo eterna esa espera. Y más eterna se me hacía la tardanza en quedar embarazada que, supuse, iba a padecer. Muchos embarazos a mi alrededor. Muchos. Nacimientos. Bebés. Y más bebés. Ajenos. Yo solo tenía mi ácido fólico. Lo único que concretamente me conectaba con mi maternidad. Empezamos a buscar un poco antes de mi mudanza a AG. Un mes antes. En un momento supuestamente erróneo de mi ciclo. Pero no quedaba otra. Bueno, practiquemos.
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