lunes, 19 de septiembre de 2011

lo que aprendí (no me quedó otra)

Aprendí a estar sola. Estoy muy asombrada por eso, era de esas personas que ni bien tienen ganas de llorar salen corriendo a buscar un hombro amigo, que no se bancan la soledad, que les resulta aburrida, impensada, rara, fea. Y no se, ahora creo que en realidad si me la hubiera bancado pero no había tenido la oportunidad para comprobarlo. Y lo bien que me hace sentir que me la banco sola.
Aprendí que se puede empezar una dieta por enésima vez, que solo hace falta eso, empezar.
Aprendí a dejar cosas tiradas, los platos sin lavar, la casa un poco roña. Mi umbral de tolerancia al caos bajó gracias a ser madre y tener escaso resto de energía para la limpieza y el orden, y gracias a que el umbral de tolerancia de mi marido es mucho mayor (ojo, no estoy diciéndote roñoso mi amorcito), y bue, llegamos a un intermedio para conservar la paz.
Aprendí que no pasa nada si una no se depila las cejas, o que a mi no me pasa nada, creo que ni se nota, y con ese tiempo preciado prefiero hacer algo más productivo.
Aprendí que se puede vivir lejos de la familia y los amigos de toda la vida, que la lejanía no es tal si uno le pone un poco de onda y se comunica, que uno puede estar físicamente lejos y más cerca que antes. Que hay relaciones que no sobreviven la lejanía, y que bueno, que así tiene que ser y listo.
Aprendí que se pueden hacer amigos nuevos a los 31, que no es verdad que los amigos solo son los de toda la vida. Y que lo mejor que se puede recibir es lo que uno no espera del otro.
Aprendí a improvisar canciones, cambiar pañales a un gordo loco movedizo, descifrar llantos, jugar por jugar, mirarlo dormir y absorber su paz, escucharlo dormida, calmarlo, mimarlo, ser mamá.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Creo que el aprendizaje de la maternidad no se termina nunca. Y también creo que eso te hace mejor persona. Comparto tu experiencia.

ma dijo...

Termino de leer esta publicación con lágrimas en los ojos.Por varias razones,la mas importante es que me pone feliz que puedas disfrutar de tu maternidad, de tu casa de tu marido de ese hijo hermoso,de todas esas grandes pequeñeces que componen la vida diaria con alegrías, a veces dificultades, malos ratos, ruidos, desvelos,en fin lo normal, de todo un poco. Transmitis una tranquilidad propia de alguien que a pesar de lo que encuentra,todo lo transforma y aprendió a disfrutar.Me pone feliz,por vos, por ustedes que eligieron esa vida, a pesar de todo lo que implica un traslado, que se jugaron.Eso tiene una sola visión, alli se respira AMOR.

Sil dijo...

que lindo!!!

zappa dijo...

la distancia ya es en si un aprendizaje, y te muestra recursos que a veces ni sabias que tenias.
y esta buenisimo hacerse amigos nuevos en lugares nuevos, a medida que tu hijo crezca va a tener amigos el tambien y te va a tarer mas a vos