Realmente no me jode en absoluto ir a depilarme. La depiladora una santa, charleta, se sabe mi vida en un minuto, me pregunta de todo mientras me depila y yo le cuento. Es uno de los pocos lugares donde hablo, porque en general soy bastante secota con las charletas. Creo que voy a limitar el tema de la charla, parece que puede generar distracciones. Y vieron que hay momentos en que un centímetro más de cera en el lugar equivocado tiene consecuencias graves, o no tan graves, depende desde qué punto lo miremos.
Ella: ¡Ay, corazón, se me engancharon algunos pelitos de más!.
Yo: Bueno, no te preocupes, no hay problema, son unos pelitos.
Mi depiladora se distrajo.
Digamos que en el momento equivocado.
Justo durante la tarea fina, para decirlo de algún modo.
Y digamos que modificó un poco mi look.
Y no digamos más.
3 comentarios:
juuuuuaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, tus comentarios son muy comicos hermana! De una situacion simple te mandas una super historia. Tenes que escribir libretos o recopilar tus escritos y publicar un libro......."como Bety" ja.
jajajja...es de la nuestra que hablas?..esa es bien charleta.¿te dejo lindo?jaja
No Yalu, no es nuestra depiladora amiga, es otra. A la nuestra nunca le hubiera pasado esto.
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