sábado, 1 de noviembre de 2008

una cursiva perfecta


La Baba Noemí. Mi mamá me llevaba a visitarla y tomábamos la merienda en la cocina. La Baba me daba unas galletitas de limón que hacía con sus propias manos. Tengo el recuerdo de ver un papel escrito por ella alguna de esas tardes, mientras tomaba el té con leche. Y decirle que tenía una letra muy linda. Ella me contestaba que su letra era fea, que había aprendido a escribir cuando vino a Argentina, que había hecho cursos de caligrafía junto con mi bisabuelo porque no sabían escribir en castellano. Y yo le insistía que su letra era linda y prolija, que me encantaba. Y ella me retrucaba que no, que linda era mi letra, no la de ella, "toda tembleque". Y así sucesivamente.
Una vez la Baba Noemí me regaló una postal de Miramar. Creo que yo tenía una edad bastante escasa, así que no me acuerdo cuándo recibí este regalo. Seguramente me lo mandó algún verano, junto con una carta para mi mamá o mi abuela...es bastante probable. Esta postal la guardó mi mamá hasta que un día la quise guardar yo. Al frente, un típico paisaje playero de los ochenta. Al dorso, la dedicatoria: "Para Daniela, más dulce que la miel, te mando este pedacito de Miramar. La Baba Noemí." Cada vez que la leo pienso qué linda letra tenía la Baba. Una cursiva perfecta, especialmente las mayúsculas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que ternura "mas dulce que la miel"...
La habra escrito en el depto que nos supo dejar dormir como dios manda sin tener que ir a la playa, no?