martes, 9 de febrero de 2010

hospital público

Ayer me corté la muñeca con un vaso, mientras lo lavaba. Inmediatamente noté que ese corte merecía puntos. Y fui al hospital de Alta Gracia. Me atendió un médico de mi edad, me cosió, me dio las indicaciones pertinentes y me fui con la mano vendada y agradeciendo que mi corte no fuese interpretado como intento de suicidio (deformaciones mentales que resultan de trabajar en un neuropsiquiátrico). Normalmente en Buenos Aires no hubiese ido al hospital público sino a la guardia correspondiente a mi prepaga. Pero acá en AG eso no es posible, mi prepaga no llega a estos pagos. Este sistema de salud tiene muchas falencias. Muchísimas. Todas. Pero existe. Cuando me iba, le dije al médico: qué gran cosa el hospital público. El me respondió: es necesario. Y si, definitivamente es necesario. Y por suerte está para todos. No se por qué me pegó tanto esta situación. Y eso que trabajo en un hospital público. A propósito, les recomiendo ver esta película.

PD: qué gran invento la anestesia.

2 comentarios:

exseñoM dijo...

Sana, sana, Chubasca!

Memé dijo...

Te doy un ejemplo de mi propia experiencia en lo que se refiere a salud publica vs privada. Hace unos meses un sábado mi hija Lola volaba de fiebre, no toleraba nada, vomitaba hasta el agua en cucharita. Obviamente se deshidrató. La llevamos a la guardia de la Clinica Bazterrica (que nos corresponde por Osde). Me mandaron a casa a darle Gatorade con cucharita. La nena seguía vomitando hasta el antitermico, cada vez estaba peor y no había forma de que retenga siquiera el reliveran para frenar los vomitos. Se hicieron las 10 de la noche, la notábamos muy mal y la llevamos a la guardia del Sanatorio Anchorena (tambien por Osde). Mismo diagnostico (gastroenteritis), a casa a tomar con cucharita. Salimos de ahí desesperados, Lola con 39 de fiebre, dormida casi desmayada. Mi suegro sugirió el Garraham. Llegamos a las 2 de la madrugada, nos atendieron enseguida y me la internaron al toque con suero. A las 2 horas era otra nena. Le bajó la fiebre porque le pasaron los medicamentos por suero y a la mañana me dieron el alta. No vomitó mas ni tuvo fiebre. Toda esta experiencia puso en duda mi certeza de que pagar Osde era imprescindible. Ademas de que es sabido que en el Garraham están los mejores pediatras del país, no tuve que hacer colas, ni turnos, ni nada. Llegamos, me atendieron, la curaron y listo. Igual sigo pagando Osde, pero sé que cuando la nena presente un cuadro mas o menos complicado corro directo al Garraham, no pierdo el tiempo en las guardias de las prepagas, que están llenas de gente igual y te sacan por un tubo. Ni en la Bazterrica ni en el Anchorena le dieron una cama en guardia para pasarle suero, por mas que le rogué a las pediatras de guardia.