Estaba comiendo un rico chupetín sabor chicle globo. De repente, una ráfaga de infancia sopló en la habitación. Como quien no quiere la cosa, apareció. El de siempre, tan auténtico e imaginado. Mi súper héroe de chupetín. Acá les regalo una de sus flamantes travesías por el aire a pura capa al viento.
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