Y en momentos como este tan reiterados últimamente me resta esperar. Y pensar y viajar mentalmente a donde estás. Mirar tus cosas, y escucharte en el teléfono. Hasta que llegue la próxima ráfaga de vos. Mientras tanto acá estamos, poniéndole el pecho. Subidos al tren de lo cotidiano, de la falta de tiempo, de la falta de ganas, de las ganas de vos. Porque te amo tanto puedo soportar esta distancia. Solo porque te amo tanto que sentirte lejos no es una opción viable.
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